María Luisa Villardefrancos Legrande nació el 12 de octubre de 1915 en Vedra, La Coruña, Galicia, España. Su padre Luis Villardefrancos Calé, era funcionario y escritor de revistas, y su madre, María Dolores Legrande, era maestra. A los cuatro años enfermó de polio, lo que la dejó graves secuelas físicas, que la hicieron tener que usar silla de ruedas gran parte de su vida. Su confinamiento físico, la llevó a crear un gran mundo interior. Para los cinco años ya sabía leer y escribir, ávida lectora, en poco tiempo ya inventaba historias.

 

Estudió Magisterio, y comenzó a impartir clases y catequesis a niños. Su hermana menor Gloria, fue su gran apoyo y colaboradora en sus primeros escritos, antes de su prematuro fallecimiento, hecho que afectó profundamente a Marisa. Instalada en Madrid, comenzó escribiendo cuentos infantiles e historias religiosas además de ilustrar cuentos, antes de comenzar a escribir novelas románticas. Alcanzó un gran éxito, y sus novelas fueron adaptadas radiofónicamente por la Cadena SER. Debido a una reumatosis que fue agravándose, tuvo que trasladarse a Alicante en busca de un clima más benigno. Su progresivo deterioro hizo que tuviera que dictar  sus últimas novelas al no poder escribirlas ella misma. Muchas de sus novelas fueron adaptadas a la radio.

 

Marisa falleció a los 59 años, el 20 de junio de 1975 en San Vicente del Raspeig, donde fue encerrada.